Siete cuentos morales. J. M. Coetzee

Título: Siete cuentos morales
Autor: J.M. Coetzee

Páginas: 123

Editorial: Literatura Random House


Sinopsis:


«No me interesa el amor, lo único que me interesa es la justicia.»
Elizabeth Costello

Los seguidores de John M. Coetzee reconocerán a la feroz pensadora Elizabeth Costello, cuyas «ocho lecciones» nos llegaron a través del libro que lleva su nombre, de 2003. Se trata de una ficción didáctica, pero a su vez los relatos sorprenden por su capacidad de convocarnos a reflexionar sobre los desafíos que compartimos y que van más allá de lo individual.

Hay algo en este libro que recuerda la antigua, perenne ley del budismo: compasión hacia todo ser viviente. «Siempre abrigué la convicción de que tengo cierto grado de acceso -¿cómo decirlo?- a la interioridad de los animales -dice Costello-. [...] Por la facultad de la empatía que, en mi poco científica opinión, es innata en nosotros. Nacemos con esa facultad [...] y podemos optar por cultivarla o dejar que se marchite».

Cada uno de estos Siete cuentos morales del premio Nobel funciona como un rompecabezas, un objeto hipnotizante que parece llevarnos a otra parte pero termina por reubicarnos frente a nuestra propia realidad. Nos proponen nada menos que repensar cómo interpretamos las consecuencias de nuestras decisiones cotidianas.

Elizabeth Costello lucha por asegurar la cristalización de pensamientos que pocos se esforzarían por comunicar. Dudas acerca de la moral de nuestra relación con el mundo, de nuestra capacidad de comprender otras formas de vida y de llevar con responsabilidad la convivencia con ellas.



Reseña:




Hasta el momento, nunca había leído nada de este Premio Nobel, quizá debería haberme adentrado en primer lugar en sus obras más premiadas y reconocidas, o quizá no.



Así, estos Siete cuentos morales están plagados de reflexiones que en la mayoría de los casos, confunden al lector. Podremos estar más o menos de acuerdo con el escritor pero sin duda, no nos dejará indiferentes.


Cada cuento intenta enseñar algo, aunque será el lector el que tenga que sacar sus propias conclusiones. En la tradición literaria es común encontrar cuentos con una finalidad didáctica pero en la mayoría de los casos, el autor apuntará a la enseñanza que ha intentado transmitir. No hallamos esto en el caso de Coetzee que deja abierto un mar de posibilidades, él enseña la puerta, nosotros deberemos cruzarla.


El número elegido por Coetzee para sus cuentos son siete, esto no es casualidad. La simbología de este número relacionado también con el misticismo y la religión. Por ejemplo, encontramos los siete pecados capitales: gula, avaricia, lujuria, ira, pereza, envidia y orgullo.



Aunque se pudiera pensar que estos cuentos intentan dar clases de 'moralidad', resulta evidente que la mayoría de sus protagonistas son representantes de estos pecados capitales, cada cuento tratará uno de ellos.


Coetzee se aleja de la intriga, no hay trama aparente, también escasean las descripciones. Apuesta en sus Siete cuentos morales por opciones éticas y morales de una forma clara, concisa, con frases breves, sin metáforas ni alegorías.


Los personajes se mueven en la contradicción que se muestran filosóficos en su propias ideas pero no las de Coetzee, por tanto, los cuentos no son una excusa para exponer sus ideales filosóficos sino que los propios personajes serán los que propongan sus ideas, pudiendo resultar en ocasiones contradictorias con otros cuentos o personajes.




Los temas tratados a lo largo de los cuentos, además de los citados anteriormente, son diversos y muy variables, algunos son: la vejez, el tiempo, los cambios, la infidelidad, animalismo, los instintos frente a la racionalidad o la naturaleza y la muerte;



“ ¿Lo tiene? Sí. Y no. él hizo ese viaje para hablar de la muerte, de la proximidad de la muerte, de la muerte de su madre y de cómo prepararse para ella, pero no para hablar de la vida después de la muerte.

-No- contesta-, no tiene ningún sentido para mí. Realmente, ninguno. - Moja un dedo en al sopa de alubias y extiende la mano;el gatito de la mancha blanca deja de jugar, huele el dedo con precaución y lo lame. Él lo mira directamente a los ojos y por un instante el gatito lo mira a él. ¿Qué es lo que ve, más allá, de esos ojos, más allá de la negra rendija de la pupila, más allá...? ¿Hay un destello momentáneo, una luz que provenga del alma invisible que se oculta ahí? No está seguro. Si hubo realmente un destello, lo más probable es que fuera su propio reflejo en la pupila.”




Sin duda, es una lectura que recomiendo aunque no debemos dejarnos llevar por su aparente sencillez, no es una 'obrita' menor de cuentos. Cada página necesita su tiempo, saborear las posibilidades que nos plantea el autor y estar dispuesto a tener una autocrítica y crítica de la sociedad en la que vivimos.