Serotonina de Michel Houellebecq

El ingeniero que no sabía bailar

Autor: Jesús Álvarez

Editorial: Samarcanda

Número de Páginas: 340

Sinopsis: 

Álvaro, un ingeniero de 50 años, ex jugador universitario de baloncesto, casado y sin hijos, pierde su empleo como jefe de calidad de una importante fábrica de automoción, al principio de la crisis.

A partir de ese momento una serie de acontecimientos extraordinarios le conducirán en menos de tres años a la indigencia económica y a un comedor social de la Orden de San Juan de Dios.

Allí conocerá a Laura, una trabajadora de la Orden que trata de ayudar a personas que lo han perdido todo, y se reencontrará con Pablo,un brillante informático al que el alcohol arruinó su prometedora carrera laboral y que vive en la calle con un grupo de mendigos que sufren el odio y la violenta persecución de un grupo de adolescentes.

Una historia de caídas y renacimientos, de amor y desamor, de amistades inesperadas, de segundas oportunidades, que transcurre en pleno centro de Sevilla.

Reseña: 

El ingeniero que no sabía bailar es una novela inspirada en hechos reales, toda la obra transcurre en Sevilla, la historia de Álvaro, un ingeniero de cincuenta años que 

se verá arrollado por una durísima crisis económica que acabará con su puesto de trabajo provocando la desestabilización de toda su vida. 

Así, a lo largo de sus páginas encontramos reflexiones sobre la importancia que muestra la sociedad con los títulos académicos y el sueño dorado que éstos podían proporcionarte ( al menos, hasta antes de la crisis). 

De igual modo, la novela recorre las calles sevillanas, iglesias, plazas y teatros, esto permite al lector darle un mayor escenario a la obra aunque a la vez, aquel lector que no haya visitado

la ciudad y no conozca nada de ella, posiblemente termine siendo tedioso los datos sobre Sevilla y un sinfín de nombres. 

Desde el punto de vista del autor, Jesús Álvarez, deja claro su profesión de periodista, plagando de información e incluso de opinión crítica sobre tal o cual alcalde, la justicia en España o la economía. 

Es un autor que deja bastante clara su postura ante ciertos aspectos comprometidos. 

Sin duda alguna, lo que omitiría en esta obra es la imagen estereotipada que crea su autor de Sevilla y sus habitantes, así, la novela gira entorno a unos clichés como: la Semana Santa y todas sus hermandades, 

en ocasiones, incluso citando concretamente algunas de ellas. Un torero adinerado, famoso y bien recibido por todos. Sin olvidar, algún comentario sobre la Feria de Abril, el sol, Sevilla o Betis y, en definitiva, lo que Jesús Álvarez denomina 'Sevilla y sus tradiciones', en El ingeniero que no sabía bailar, se describe así: 

"Si que lo hay, afortunadamente, aunque es una lástima que no me haya gustado nunca el arte figurativo. Si me diera por pintar vírgenes, cristos, gitanas y toreros, tendría muchos más clientes en esta ciudad"

En conclusión, es un libro entretenido, con un desenlace bastante predecible pero que puede llegar a hacer reflexionar sobre ciertos aspectos de la vida, aunque no la recomendaría a lectores ajenos a la ciudad,

ya que, en muchas ocasiones se sentirán confundidos con nombres, calles y datos.