El hombre de tiza. C.J. Tudor

Título: El hombre de tiza
Autor: C.J. Tudor

Editorial: Plaza & Janes editores

Páginas: 352





Sinopsis:




Todo comenzó el día del terrible accidente, durante la feria, cuando Eddie, de doce años, conoció al Hombre de Tiza. Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos, una manera de intercambiar mensajes secretos entre su grupo de amigos. Fue divertido hasta que los dibujos los condujeron al cuerpo sin vida de una niña. Sucedió hace treinta años y Ed creía que todo había quedado olvidado. Sin embargo, un día recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco. La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego, en realidad, nunca terminó.

Todos tenemos secretos. Todos somos culpables de algo. Y los niños no son siempre tan inocentes como parecen.



Reseña:


Por dónde empezar, empezaremos por el principio. Las cien primeras páginas del libro son soporíferas, no ocurre absolutamente nada de acción pero tampoco hay descripciones elaboradas, léxico destacable o personajes carismáticos.



De forma general, cuando elegimos un thriller siempre esperamos que nos mantenga en vilo desde las primeras páginas y aún más cuando este solo tiene trescientas cincuenta y dos páginas pero no, este no es el caso.

Desde el punto de vista de la intriga y la trama, es una novela totalmente predecible. Todo lo que ocurre, los personajes estereotipados, los diálogos vacíos y articulados. Cualquier lector que esté acostumbrado a este subgénero descubrirá pronto quién es el asesino y el móvil por el que será empujado.




De igual forma, el estilo de la autora tampoco es destacable, quizá es importante señalar todo el ambiente que envuelve a la novela, no me refiero en este caso a las descripciones sino a las propias reflexiones que en ocasiones hace la escritoras. Trata cuestiones como la vida y la muerte, el amor, la soledad, la familia... Aunque todas bañadas de una tremenda zozobra y pesimismo que produce en el lector ganas de soltar el libro.



Como elemento positivo destacaría la narración en primera persona del protagonista Ed, simplemente por una cuestión personal que está en mis preferencias.


En conclusión, se trata de una novela muy hermética y todo resulta forzado. El ritmo es lento y tedioso para tratarse de una narración tan breve. C. J. Tudor pretende mantener la tensión hasta el final del libro para sorprender al lector, aunque no lo consigue.

No recomendaría este libro a lectores habituados a este subgénero, pues nos encontramos ante el típico argumento de film predecible del posalmuerzo.