La luz de las Antípodas

Título: La luz de las Antípodas

Autor: Mariano Monge Juárez

Editorial: Ediciones alféizar

Páginas: 140

Primer premio de novela de la III edición Alféizar (2018)


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Sinopsis:

El vigilante es un hombre solitario. Trabaja en el Club náutico de una ciudad del Mediterráneo, desde donde se ve una isla, Tabarca.

Es un hombre fascinado por los océanos y por el estudio de las corrientes marinas.

Una noche, el vigilante observa a una mujer en la ventana de enfrente de su trabajo en el Club náutico.

Es un edificio grande, de apartamentos de verano. La mujer permanece toda la noche con la luz encendida, es una bailarina ya anciana.

Desde ese momento se inicia una extraña relación entre el vigilante, la mujer y el flujo de las corrientes marinas.




Reseña:

Cuando elegí esta novela después de haber leído la sinopsis y de haber hojeado la portada, me llamó muchísimo la atención. Pudiera parecer que la obra trata sobre el amor, surgido de la relación de un vigilante de un Club Náutico y una mujer que lo vigila desde su ventana. Nada más lejos de la realidad.


Desde el punto de vista de la estructura, la novela se puede dividir en tres partes, lo que su autor, Mariano Monge Juárez ha denominado como 'tramos' que a su vez están divididos en capítulos. No se trata de una distribución azarosa, cada uno de esos tramos trata sobre la vida de tres personas, diferente edad, diferente profesión, diferente procedencia pero con algo en común: la soledad.

Sin duda, este es el tema principal de la obra que atraviesa desde las primeras palabras hasta el final de libro:

"Parece ser que la lluvia agitaba y sacudía el efecto de la soledad: hombres y mujeres solos, cada uno con su fracaso y su soledad a cuestas, allí donde vaya o se esconda, sólo, sola; cada personaje en busca de su autor, cliente, consumidor, pacientes tras el curandero; ciudadanos, injertos de bondad, odio, superstición y ciencia, seres depositados encima de la arquitectura de las calles largas y vacías del mundo."



También destaca el uso de grandes referencias literarias y artísticas en general a lo largo de toda la novela, desde música clásica, teatros, actrices, poetas y un largo etc. Esto crea una atmósfera disonante entre la vida de un vigilante nocturno relacionada con temas intelectuales que acercan al lector a la cotidianidad de los protagonistas. El arte como válvula de escape, el único que apacigua la soledad.


Por otro lado, destaca el anonimato, no conocemos los nombres de los personajes hasta bien entrada la novela. El autor, pretende así deshumanizar a los protagonistas. Por tanto, no conocemos el nombre del vigilante hasta el capítulo quince, tampoco hallamos grandes descripciones física o psicológicas. Encontramos pues a unos personajes desdibujados, resaltando el individuo y su soledad frente a la sociedad y la multitud.


Otros grandes temas que entrecruzan la novela son la vejez unida a la falta de ilusión, la muerte lenta del espíritu que no encuentra sentido a la vida. El juguete usado y roto por la sociedad que engulle y destruye cualquier ápice de esperanza.


La luz de las Antípodas ha sido una de esas obras que deja una zozobra indescriptible, que zarandea lo más profundo y nos hace plantearnos muchas cosas de la sociedad en la que vivimos, lo efímero y eterno. Sin duda, un libro que recomendaría a esos lectores que buscan en la literatura algo más allá de historias afables, personajes elocuaces e historias vacías.