La Generación del 50 y Jaime Gil de Biedma

Título: Las personas del verbo

Autor: Jaime Gil de Biedma

Editorial: Galaxia Gutenberg

Páginas: 252

Género: Poesía




Sinopsis:

Las personas del verbo reúne la poesía completa de Jaime Gil de Biedma, una obra que ha contribuido a modernizar la poesía de nuestro tiempo, entroncando la poesía de la lengua española con la tradición poética inglesa del monólogo dramático. De ahí, en parte, su notable singularidad. Porque, como señalóhace tiempo Joan Ferraté, en el que sigue siendo uno de los ensayos más lúcidos escritos sobre este poeta, el tema en la poesía de Gil de Biedma no es, desde luego, <<la simmple sacudida emotiva o la combinación de emociones a cuya expansión verbal se entregan regularmente nuestros poetas, sino siempre un complejo de emoción y conciencia, de visión y actitud, de vida vivida y juicio sobre la vida, complejo donde, insisto, ambos polos opuestos guardan la misma distancia con relación al yo del poeta, cuya experiencia privada se define en cada caso en términos de su oposición específica>>.



Reseña:

Jaime Gil de Biedma nació en Barcelona en 1929, perteneciente a una familia burguesa, estudió derecho y está considerado uno de los mejores poetas de la segunda mitad del siglo XX. Su vida ha sido llevada al cine por Sigfrid Monleón en el film El cónsul de Sodoma interpretado por Jordi Mollà.

Perteneciente a la llamada 'Generación del 50' o los 'niños de la guerra' porque comenzaron a publicar entorno a 1950.

De forma general, esta generación fijó su mirada en autores europeos que revolucionaron la poesía, poetas franceses como Boudelaire, Rimboud o ingleses como Byron, T.S Eliot o Browning.


De igual forma, también es visible la influencia de otros autores españoles, ya que beben de la tradición literaria hispánica e intentan dar un paso más, autores como Blas de Otero, José Hierro o Eugenio de Nola servirán a Gil de Biedma como base para dotar su poesía de 'realismo' aunque no coincidan en sus ideales políticos.


Por otro lado, la 'Generación del 50' destaca por ser considerada la 'poesía de la experiencia', sin duda, este término no ha sido fácil de definir por la crítica y sigue siendo difícil llegar a un acuerdo.

El propio Gil de Biedma definía 'la poesía de la experiencia' así:

'Para el poeta moderno la poesía no constituye una imitación de la realidad, sino el simulacro de una experiencia. Una experiencia que consiste,más que en el episodio mismo evocado, en el esfuerzo del poeta por descubrirle su significación precisa(...) Se trata de dar al poema una realidad objetiva que no está en función de lo que en él se dice, sino de lo que en él está ocurriendo'.
Por tanto, el poeta debe alejarse de su realidad para poder apreciarla, moldearla y para alimentarse de su propia experiencia debe alejarse de ella y observarla de forma objetiva.

Del mismo modo, sería un error no apreciar la dicotomía de forma y contenido, por un lado, hallamos en la poesía de Gil de Biedma versos tradicionales, concretamente el heptasílabo y el endecasílabo, unidos a versos regulares e irregulares. Por tanto, se crea una expectativa en el lector conocedor de la tradición literaria para posteriormente romper con esa estructura. Así, podríamos afirmar que se produce una ruptura de lo tradicional partiendo, a su vez, de la tradición.

El estilo de Jaime Gil de Biedma es cercano y coloquial, también característico en otros poetas de la poesía de la experiencia como Gloria Fuertes, Goytisolo, Ángel González y un largo etc. Pretenden acercar el lenguaje 'hablado'al lenguaje poético: 'ir creando nuevas vinculaciones al término vulgar -argumenta Biedma-, descontextualizarlo para darle un nuevo contexto poético'.


En conclusión, Jaime Gil de Biedma junto con toda la 'Generación del 50' forman un conjunto de poetas imprescindibles a la hora de hablar de la poesía de siglo XX. Crean una poética cercana y compleja, reflejo de la sociedad y de la realidad socio-política que vivía España. Sin duda, una lectura necesaria.

No volveré a ser joven.


Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.


Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.


Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.


Poemas póstumos(1968) Jaime Gil de Biedma