Serotonina de Michel Houellebecq

Patria

Autor: Fernando Aramburu

Editorial: Tusquets

Año de publicación: 2016

Páginas: 648




Premios:

Premio Nacional de Narrativa
Premio Nacional de la Crítica
Premio Euskadi de Literatura
Premio Francisco Umbral




Sinopsis:

El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia?

¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres?

¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado?

Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.















Reseña:


Sin duda, Patria de Aramburu ha obtenido muy buenas críticas en los últimos años, a pesar de ser un tema controvertido, Aramburu ha sido capaz de hace una magnífica obra literaria, dejando al margen cualquier tipo de ideología política y no usando su libro como panfleto propangandístico.

La obra se estructura y divide en dos familias, dos hogares, por un lado: el hogar de Bittori, viuda del Txato y madre de Xabier y Nerea.

Por otro lado, la familia de Miren, mujer de Joixan y madre de Joxe Mari, Aratxa y Gorka.


En esta estructura, Aramburu deja entrever la cultura matriarcal propia de la zona geográfica, ambas mujeres con un caracter fuerte y siempre preocupadas por el qué dirán.

Es por esta razón que en los primero capítulos, Bittori realiza monólogos apelando a su marido difundo Txato, sin duda, Aramburu deja ver su conocimiento de la tradición literaria, recordándonos a Cinco hora con Mario de Miguel Delibes, donde ambas protagonistas cuentas con muchas similitudes.


De igual modo, destacan los capítulos cortos que permiten un ritmo ameno a la novela. A esto, debemos unir la gran habilidad que tiene el autor de dar saltos en el tiempo, moviéndose entre el presente y el pasado, tan bien hilvanado que el lector a penas es consciente de la perspectiva tan compleja que teje Aramburu.

En relación a estos saltos en el tiempo, también encontramos las diversas perspectivas de los personajes, cada uno de ellos nos permite ver un mismo tema desde diferentes experiencias y esto ayuda a que cada personaje destaque y no se trate de unos personajes plano sino que por el contrario nos muestra una evolución en la vida de cada uno de ellos. Por tanto,podríamos hablar de una novela con múltiples historias.


Por otro lado, la descripción psicológica a través de los pensamientos de los protagonistas en primera persona, además de acercar al lector, hacen que se sienta identificado con determinados pensamientos o situaciones. Así, Aramburu crea una empatía indudable que permite conectar directamente con los personajes:


"Pero un hombre puede ser un barco. Un hombre puede ser un barco con el casco de acero. Luego pasan los años y se forman grietas. Por ellas entra el agua de la nostalgia,contaminada de soledad, y el agua de la conciencia de haberse equivocado y la de no poder poner remedio al error, y esa agua que corroe tanto, la del arrepentimiento que se siente y no se dice por miedo, por vergüenza, por no quedar mal con los compañeros. Y así el hombre, ya barco agrieteado, se irá a pique en cualquier momento".

Por último, es importante destacar las reflexiones, las propias contradicciones del ser humano que crean, en ciertas ocasiones, una novela desoladora que nos recuerda a una corriente estilística como fue el Tremendismo con obras como La familia  de Pascual Duarte de Camilo José Cela.


En conclusión, es una obra totalmente que recomendada para todos esos lectores que le guste la reflexión ( u autoreflexión) pero no recomendaría esta novela para aquellos quebuscan una acción continuada, plagada de personajes o amor. Es una obra magnífica y sin duda está entre mis lecturas favoritas.